Nadie lo vio venir, pero cuando Carlo Costanzia habla, retumba. Y esta vez, lo ha hechode frente, sin filtros y con nombres propios. En medio de su creciente popularidad como actor y figura mediática, Carlo ha lanzado unasdeclaraciones explosivas que colocan en el centro de la polémica a tres grandes nombres del universo Telecinco: Terelu Campos, María Patiño y Belén Esteban.

Lo que comenzó como una entrevista aparentemente tranquila en un pódcast alternativo, terminó siendo un terremoto que ha sacudido los cimientos de la prensa del corazón.

El inicio del fuego cruzado

Todo comenzó hace unos días, cuando Carlo Costanzia fue invitado al programa online Sin Censura”, un espacio cada vez más popular por su estilo directo y por permitir a los famosos hablar sin edición ni cortes. Durante la charla, el presentador le preguntó si se sentía cómodo con la imagen que los medios tradicionales habían construido de él, especialmente en sus años más difíciles.

Carlo, que ha hablado abiertamente de su pasado con las drogas, los problemas judiciales y su reconstrucción personal, no se mordió la lengua:

—”A mí no me construyeron una imagen, me la destruyeron. Y eso tiene nombres: Terelu Campos, María Patiño, Belén Esteban… Ellas no opinaban, ellas sentenciaban. Y todo, sin conocerme, sin jamás haber hablado conmigo.”

Silencio en el plató. Incomodidad. Pero Carlo siguió:

—“Terelu, que va de madre coraje televisiva, no tuvo ningún reparo en juzgarme con una sonrisa sarcástica. María Patiño se permitió leer mi sentencia como si fuera parte de una telenovela. Y Belén, que se ha quejado toda su vida del acoso mediático, no dudó en llamarme ‘niñato de papá con problemas mentales’. Eso no es opinión. Eso es maldad con maquillaje.”

La reacción inmediata

Las redes estallaron. El nombre de Carlo Costanzia se convirtió en trending topic en cuestión de horas. Y lo más fuerte fue que muchos usuarios comenzaron a respaldarlo. Clips antiguos de Sálvame,Deluxe y otros programas empezaron a circular, mostrando algunos de los momentos a los que Carlo hacía referencia.

—“Siempre se ríen de los hijos de otros, pero lloran por los suyos”, decía un tweet viral, acompañado de imágenes de Terelu criticando duramente a Carlo en 2022.

Mientras tanto, ni Terelu ni María Patiño reaccionaron en un primer momento. Belén Esteban, sin embargo, no tardó en saltar.

En una storie de Instagram, la princesa del pueblo lanzó un mensaje con su habitual mezcla de contundencia y sarcasmo:

—“Cada uno cuenta su versión. Pero yo también tengo memoria. Y por cierto… no todo vale por un poco de fama.”

Un pasado lleno de sombras

Es cierto que Carlo Costanzia no ha tenido un camino fácil. Hijo de Mar Flores, ha crecido entre la presión mediática y los escándalos familiares. Su condena por estafa y el ingreso en un centro de desintoxicación marcaron su nombre con tinta roja en los medios durante años.

Pero también es cierto que ha trabajado por reconstruirse. Ahora, como actor en la serieToy Boy”, Carlo intenta redibujar su imagen. Y parte de esa reconstrucción incluye señalar a quienes, según él, lo destrozaron sin piedad.

En su entrevista, lo deja claro:

—“Yo asumí mis errores. Pagé mis condenas. Pero nadie se disculpó por decir en televisión que yo era un peligro público. Nadie pensó que detrás había una madre, unos hermanos, o simplemente una persona jodida.”

Terelu Campos: silencio tenso

Hasta el momento, Terelu Campos no ha querido responder directamente a las declaraciones de Carlo. Sin embargo, en su programa de Canal Sur, soltó una frase que muchos interpretaron como un dardo envenenado:

—“Últimamente hay mucha gente con memoria selectiva. Muy selectiva. Y también hay quienes se creen que reinventarse es pisar a los demás.”

¿Indirecta? ¿Respuesta clara? El tiempo lo dirá. Pero los seguidores del mundo Campos saben leer entre líneas. Y lo cierto es que el ambiente entre los colaboradores veteranos está más cargado que nunca.

María Patiño, al borde de la respuesta

Por su parte, María Patiño fue abordada en las calles por reporteros de Europa Press y, aunque no quiso dar una entrevista formal, sí dejó caer:

—“Me parece injusto que se manipulen años de trabajo periodístico por una frase de cinco segundos. Yo no atacaría a nadie que está saliendo del pozo, y si él se sintió así, lo lamento. Pero nunca fue mi intención.”

Una respuesta a medio camino entre la disculpa y la defensa profesional. Pero en televisión, eso nunca es suficiente.

Se rumorea que María está preparando una intervención más elaborada para su programa, donde podría poner los puntos sobre las íes… o avivar aún más el fuego.

¿Y Belén?

Aunque Belén Esteban suele mantenerse firme ante las críticas, en esta ocasión, ha optado por no alargar el tema. En Ni que fuéramos, su nuevo espacio, dijo escuetamente:

—“No pienso entrar en guerras con nadie. Carlo sabrá por qué dice lo que dice. Yo también tengo cosas que podría contar, pero no lo hago por respeto.”

Pero sus compañeros, como Kiko Matamoros y Gema López, no se quedaron callados. Ambos coincidieron en que Carlo tenía parte de razón, y que muchas veces se había caído en el juicio fácil.

—“Nos gusta mucho señalar, pero muy poco pedir perdón”, sentenció Matamoros.

Un debate más profundo

El caso ha abierto un debate más amplio en los medios: ¿Hasta qué punto los programas del corazón destruyen reputaciones sin pruebas suficientes? ¿Dónde está el límite entre informar y juzgar?

En TardeAR, Ana Rosa Quintana lo abordó con frialdad:

—“La televisión del corazón ha sido despiadada muchas veces. Pero también ha dado oportunidades. Aquí nadie es inocente del todo, ni culpable del todo.”

Y aunque no mencionó nombres, todos sabían de qué hablaba.

¿Reconciliación posible?

Por ahora, parece poco probable. Carlo ha sido claro. No busca reconciliación, ni perdón. Solo justicia narrativa. Que se escuche su versión, ahora que tiene voz y ya no está bajo el peso del escarnio público.

En sus propias palabras:

—“No quiero venganza. Pero tampoco quiero silencio. Porque si los que tienen poder hablan, yo también tengo derecho a responder.”

Epílogo sin cierre

quienes un día lo pusieron contra las cuerdas. Y lo ha hecho sin miedo. Terelu, Patiño y Belén tienen ahora la palabra… o el silencio.