Yo recuerdo muy bien el día en que leí por primera vez aquel titular:Beatriz Cortázar adelanta las memorias de Mar Flores: ¿traición de Carlo Costanzia?”. En ese momento supe que algo gordo estaba pasando, porque cuando Cortázar saca algo, la cosa no es menor. Y así fue cómo empezó esta trama, con caras tensas, señales que se interpretan y muchos ojos pendientes de quién se mueve, quién calla, y quién filtra.

El origen de los rumores

Mar Flores —modelo, empresaria, personaje público de larga trayectoria— anunció que va a publicar sus memorias. Un proyecto de vida, confesional, donde promete “no dejar nada en el tintero”, como dijo Cortázar.

Ya en ese adelanto se hablaba de fracasos amorosos, de “traición de Carlo Costanzia”, de momentos oscuros, pero sobre todo aquello que se había callado durante años. Para algunos, era una exageración periodística; para otros, el principio de una olla a presión a punto de estallar.

Terelu Campos, Mar Flores, Carlo: conflictos y consuegras

Para entender bien el escenario, hay que recordar que Terelu Campos es madre de Alejandra Rubio, y Alejandra está en una relación con Carlo Costanzia, hijo de Mar Flores. Eso las hace consuegras, algo que teóricamente une, pero que en los medios se ve más como “¿y ahora qué pasa entre estas dos familias?”.

Desde hace tiempo hay rumores sobre “mala relación”, distancias, gestos fríos. Terelu ha declarado que nunca ha tenido nada en contra de Mar Flores, que no hay guerra declarada. Pero también admite que no han sido amigas, que no han coincidido a menudo, que los encuentros públicos son escasos.

También hay quien afirma que Mar Flores puso una condición a su hijo (Carlo): que no coincida con Terelu en ciertas situaciones, para evitar fotos juntas, controversias.

La filtración de Beatriz Cortázar y la palabra “traición”

Beatriz Cortázar aparece entonces como la voz que levanta aún más la polvareda. Fue ella quien adelantó que Mar Flores va a hablar claro en sus memorias sobre la traición de Carlo Costanzia. Esa acusación —“traición”— resuena fuerte, porque implica no solo ruptura sentimental, sino engaño, mentira, quizá infidelidad, o al menos falta de transparencia

Pero de qué traición se habla exactamente? En los adelantos se sugiere que Carlo fue elegido como figura pública, aunque había situaciones del pasado que no cuadraban, que Mar Flores tuvo que cargar con silencios, quizá decepciones. Y que ahora todo eso saldrá.

Muchos interpretan esto como algo hacia Terelu: ¿será que en esas memorias se acusa a Terelu de permitir o de participar (voluntaria o involuntariamente) en esa “traición”? Al menos, los medios lo han planteado. Porque si Mar Flores habla de cómo se sintió traicionada cuando Carlo actuó de cierta forma con los medios, con su vida privada, con Alejandra, etc., eso deja espacio para que Terelu, como madre de Alejandra, esté implicada en ese relato, aunque sea solo como espectadora o promotora de alguna situación pública.

El cumpleaños, la foto polémica y el silencio que habla

Llegó el 60 cumpleaños de Terelu Campos. Un evento grande, repleto de invitados, emoción, homenajes (joyas de su madre, amigos del alma…). Pero lo que acaparó titulares fue la fotografía del photocall: Terelu posando con Alejandra Rubio, con Carlo Costanzia hijo, y con Carlo Costanzia padre (el abuelo paterno del bebé).

Ese posado, para muchos, fue un gesto cargado de significado. Porque Mar Flores, madre del padre del bebé, llevaba un tiempo siendo señalada por las memorias que escribe, por la tensión con los medios, por los rumores de que había pedido que no se la pusiera en situaciones incómodas. La presencia del padre de Carlo en esa foto familiar, y que Terelu lo invitara, se leyó (por algunos) como una “respuesta” pública, como si se estuviera diciendo: “Sí, él pertenece a nuestra vida, lo invito y lo pondré en la foto, aunque haya polémica”.

Terelu declaró, ante los medios, algo así como: “Él está en mi vida personal, así que ¿por qué no lo voy a invitar?” Indicando que no ve motivo para excluirlo solo por lo que se diga o rumoree. Y también: “Si no tuviera relación con él, no lo habría invitado. Pero no voy a hablar de más de lo que es mi vida privada.”

Reacciones, interpretaciones y daño colateral

Como era de esperar, la foto y la declaración provocaron reacciones fuertes:

En redes sociales muchos vieron el posado como una provocación a Mar Flores, como una especie de grieta pública. Comentarios de críticas fuertes: “¿Un ataque?”, “una pulla”, “esto no le va a gustar”.

Alejandra Rubio, hija de Terelu, también se molestó: dijo que no le parece bien que se hable tanto de la relación entre su madre y su suegra, que ciertas declaraciones son innecesarias, que se meten en lo que debería ser privado.

Carlo Costanzia (hijo) también se mostró incómodo algunas veces; no siempre quiso mediar en estas polémicas, y algunas declaraciones de su madre o de su abuela le parecieron exponer más de lo que él desearía.

Mar Flores, por su parte, ha preferido mantener un perfil más bajo en cuanto a estas fotos, algunas declaraciones, no confirmar ni desmentir ciertos rumores públicamente. Pero los medios recogen que se siente aludida, incómoda, posiblemente herida por lo que se revele en esas memorias.

¿Dónde está la traición?

Now, aquí viene lo que para muchos es el nudo de todo este culebrón: ¿qué significa “traición” en este contexto? No necesariamente traición romántica, no necesariamente engaño físico (o al menos no confirmado públicamente). Puede ser traición de confianza, de expectativas, de lealtades mediáticas.

Algunas posibilidades:

Que Carlo, en algún momento, haya hecho cosas que Mar Flores siente que no fueron transparentes, o que no la informase, o que priorizó su exposición mediática sobre su relación con ella.

Que Terelu haya colaborado, consciente o inconscientemente, con esa exposición, al hablar ante los medios, al posar, al invitar al padre de Carlo, etc. Que haya permitido que algo se use para alimentar una narrativa que quizá Mar considere injusta.

Que la palabra “traición” se use para enfatizar el peso que tienen las expectativas familiares, el deber de lealtad, lo que se espera de un hijo, de una madre, de una ex pareja.

El punto es que la traición, si existe, puede no estar en una infidelidad clásica, sino en el terreno sutil del orgullo, del silencio, de la transparencia, y del uso que los medios hacen de los vínculos familiares.

Silencio, esperas y lo que vendrá

En todo esto hay mucha espera: se espera que salgan las memorias de Mar Flores, se espera que se publique lo que ella verdaderamente va a contar de Carlo. Se espera también que Terelu y Mar Flores se vean públicamente, que digan algo más que “yo nunca he tenido nada en contra”, que resuelvan gestos, fotos, y que la gente deje de especular tanto.

Para Terelu, todo indica que lo que quiere es proteger a su hija, proteger al nieto, mantener cierta normalidad en lo personal. No busca hacer bandos públicos, al menos eso dice.

Pero ya se sabe cómo va esto: cuando la fama, los medios y los sentimientos se mezclan, los gestos más pequeños se amplifican, las imágenes tienen eco y cada entrevista pesa.

Lecciones ocultas

Yo saco unas cuantas reflexiones de todo esto:

Que la familia es pública cuando hay fama de por medio, pero no deja de ser privada. Y ahí está la tensión: qué compartir, qué callar.

Que las memorias, los libros, tienen poder: no solo cuentan hechos, sino emociones, resignaciones, heridas antiguas. Y cuando alguien decide publicarlas, dispara expectativas y también conflictos.

Que las fotos valen más que mil palabras: esa del photocall lo demuestra. Una imagen puede decir “estamos unidos” o “aquí hay división”, dependiendo de quién la mire y con qué lupa.

Que la lealtad puede entenderse de muchas formas: hacia un hijo, hacia una madre, hacia una ex pareja, hacia la propia reputación. Cuando las expectativas no coinciden, surge la palabra traición.

Conclusión: ¿Habrá traición?

¿Sabes qué pienso yo al final? Que sí, hay algo de traición, pero no la que imagina el titular sensacionalista. No creo que Mar Flores vaya a acusar públicamente a Terelu de algo brutal, ni que la traición sea algo así como un golpe traído con testigos. Creo que la “traición” está en lo que se calla, en lo que no se explicita, en lo que el silencio deja ver.

El verdadero golpe está en la idea de que los vínculos familiares deberían proteger, pero a veces se sienten usados o manipulados por el ojo público. Y que cuando alguien como Beatriz Cortázar filtra algo de ese pasado, lo que enciende no es solo la curiosidad, sino también las inseguridades, las decepciones, los boicots no declarados.

Habrá que ver qué pone Mar Flores en ese libro, qué dicen los detalles. Y tendremos que estar atentos para ver si Terelu lo comenta, si Alejandra se posiciona más, si Carlo dice algo más claro. Porque esta historia aún no ha terminado, y lo más probable es que lo que venga deje ver no solo quién tenía razón, sino quién estaba dispuesto a decir la verdad, quién a callarla, y quién a asumir las consecuencias.