La noche había caído sobre el Estadio Nacional de Tokio, pero la ciudad seguía vibrando. El Barça acababa de vencer 2-0 al Vissel Kobe en un amistoso sin demasiadas pretensiones, un cierre de temporada diseñado más para estrechar lazos comerciales en Asia que para dejar titulares futbolísticos. Sin embargo, entre bambalinas, algo mucho más importante que los goles o el resultado estaba a punto de suceder.

Mientras los jugadores se retiraban al vestuario, y los periodistas empezaban a redactar sus crónicas para Europa, Hansi Flick, el nuevo entrenador del FC Barcelona, no se dirigió al túnel de vestuarios como todos esperaban. En cambio, dio media vuelta, saludó con cortesía a un par de técnicos japoneses, y se fue directo al pasillo que conecta con el vestuario visitante. Pero no buscaba a Iniesta. Ni a ningún viejo conocido del Bayern. Buscaba a Lamine Yamal.

El joven prodigio de 17 años había jugado apenas 25 minutos esa noche. Entró al final del segundo tiempo, con el partido prácticamente resuelto, y aun así dejó dos jugadas que encendieron al estadio: un caño cerca del banderín de córner y un disparo al travesaño que arrancó aplausos hasta del banquillo rival.

Flick, desde su zona técnica, no despegó los ojos de él ni un segundo. Observaba en silencio, con los brazos cruzados, pero por dentro su mente ya trabajaba a mil revoluciones. Era la primera vez que lo veía en directo como técnico del Barça. Y lo que sintió fue tan poderoso como evidente: ese chico no era solo talento. Era otra cosa. Una chispa que no se entrena. Una irreverencia elegante. Una intuición que sólo aparece una vez cada tanto en el fútbol.

Lamine estaba sentado solo, con una toalla sobre la cabeza, repasando mentalmente sus jugadas. No era su mejor noche, pero sabía que había dejado detalles. Lo que no esperaba era ver a Flick entrar directo hacia él, con paso firme y mirada decidida.

—¿Tienes un minuto? —preguntó el alemán, en un español casi perfecto.
Yamal se puso de pie inmediatamente, sorprendido. Asintió.
Flick no dio rodeos.

—Quiero que sepas algo. Lo que hiciste hoy, en solo 25 minutos, no es normal. He visto a muchos chicos con talento en mi carrera… pero tú estás en otro nivel. Quiero que lo sepas desde ya.

Lamine no sabía si contestar o simplemente sonreír. Agradeció en voz baja, aún algo intimidado.
Entonces Flick soltó una frase que, horas después, circularía por todo el entorno del club como un secreto que nadie se atrevía a publicar pero todos repetían:
—Por ti pagaría 2 millones… solo por 10 minutos de charla a la semana.
Yamal abrió los ojos, sorprendido. El alemán rió, y lo aclaró:
—Quiero decir que, para mí, tener acceso a tu cabeza, a tu forma de ver el juego, vale oro. Quiero ayudarte a crecer. A lo grande. No a lo ancho.
La conversación duró menos de cinco minutos. Pero fue suficiente.
Lo que Flick dejó claro aquella noche es que Lamine no es un juvenil más. Es el centro de un proyecto. Una piedra angular sobre la cual quiere construir el nuevo Barça. Y no piensa perder el tiempo.
Esa misma madrugada, en el hotel del equipo, Flick se reunió con Deco, director deportivo del club, y su asistente Joan Barberá. La conversación fue corta y directa.
—No quiero que Yamal pase media temporada en el banquillo. Ni que lo sobreprotejan. Está listo para más. No me importa si tiene 17. Está preparado.
Deco, cauteloso, le recordó que había que manejarlo con calma. Que la presión mediática. Que el entorno. Que la Eurocopa.
Flick lo interrumpió.
—¿Sabes qué hubiera pasado si un chico como Bellingham, con 17 años, hubiera estado en el Bayern y lo escondíamos en el banquillo? Nos lo quitaban en seis meses. Con Lamine no podemos cometer ese error. Hay que darle protagonismo, pero bien guiado.

Barberá asentía en silencio. Él también lo había visto en la cancha. Había magia en ese zurdo flaco con cara de niño y alma de veterano.

Al día siguiente, los medios españoles hablaban de la victoria del Barça, del abrazo entre Iniesta y antiguos compañeros, del cierre de temporada. Nadie mencionaba a Flick y su charla con Yamal. Nadie… excepto un periodista catalán que, con una fuente anónima, soltó una bomba en redes:
“Anoche, tras el partido, Flick fue directo a hablar con Lamine Yamal. Le dijo: ‘Por ti pagaría 2 millones solo por escucharte pensar’. El nuevo míster no quiere perder tiempo. Lo quiere como protagonista desde ya.”
El tuit voló. En cuestión de horas, los medios empezaron a buscar confirmaciones. El entorno del jugador, prudente como siempre, no desmintió ni confirmó. Pero en privado, una frase se repetía en los pasillos del club:
.jpeg?auto=webp&format=pjpg&width=3840&quality=60)
—Flick ha elegido a su Messi.
Esa comparación parecía arriesgada, incluso peligrosa. Pero no era literal. No era que el alemán viera en Yamal un reemplazo del astro argentino. Era otra cosa: veía en él al símbolo de su etapa. Su gran apuesta. Su bandera.
En las semanas siguientes, mientras la pretemporada arrancaba, Flick trabajó con Yamal como si fuera un pilar. Sesiones individuales. Análisis táctico. Conversaciones casi diarias. Lo cuidaba… pero lo exigía como a un veterano.
Y el chico respondía.
En los entrenamientos en la Ciutat Esportiva, sus compañeros empezaron a notarlo. Ya no era solo “el nene” con desborde. Era el jugador que pedía la pelota, que organizaba, que se enojaba cuando no salían las cosas. Estaba creciendo. A pasos agigantados.
La frase de Flick quedó en el aire. En redes. En los titulares. “Por ti pagaría 2 millones solo por escucharte pensar.” Algunos la tomaron como un chiste. Otros como una exageración. Pero los que conocen de fútbol… sabían perfectamente lo que significaba:
![]()
Cuando un entrenador experimentado ve a un chico y decide construir su proyecto alrededor de él, no hay metáfora que alcance. Y a veces, solo a veces, nace un vínculo que lo cambia todo.
Hansi Flick no necesitó un scouting de datos ni un informe técnico para entenderlo. Le bastaron 25 minutos. Y cinco minutos de charla sincera. Porque cuando ves a un genio… lo sabes.
Y el Barça, por suerte, ya lo tiene en casa.
News
¡BOMBA! ANTONIO DAVID FLORES DENUNCIA A JOSÉ PABLO LÓPEZ Y TVE TRAS ROCÍO FLORES Y ROCIÍTO
Era una mañana fría en Madrid, pero dentro del mundo mediático la temperatura estaba por las nubes. Las redacciones, estudios…
ESCRITOR HUNDE A ROCÍO CARRASCO POR ROCÍO FLORES Y DESTAPA FARSA TRAS ANTONIO DAVID
Era una mañana tranquila en el mundo mediático español, pero para Rocío Carrasco, nada parecía tranquilo desde hace años. Su…
¡GRAVE LLAMADA POLÍTICO DE MELILLA! HUNDE A KIKO HERNÁNDEZ Y SU FARSA CON FRAN ANTÓN POR HUELGA
El día comenzó como cualquier otro en el ajetreo mediático de España, con luces de cámaras parpadeando y micrófonos extendiéndose…
¡URGENTE ÚLTIMA HORA! EN SHOCK ROCÍO CARRASCO CON ROCÍO FLORES POR FIDEL ALBIAC TRAS ANTONIO DAVID
La noticia cayó como un relámpago en mitad de una tarde aparentemente tranquila. Nadie lo esperaba, pero cuando el rótulo…
BOMBA ÚLTIMA HORA! ROCÍO CARRASCO DENUNCIADA OTRA VEZ POR ANTONIO DAVID Y DESTAPAN A KIKO HERNÁNDEZ
La tarde cayó lentamente sobre Madrid, pero en los platós de televisión el ambiente ardía. No era un día cualquiera….
¡BOMBA! JESÚS MANUEL RUIZ DESTAPA LO PEOR DE ANA MARÍA ALDÓN POR ORTEGA CANO TRAS GLORIA CAMILA
Hay días que empiezan con normalidad, y otros que llegan como explosiones que no te dejan parpadear. Esa mañana, mientras…
End of content
No more pages to load






