Todo empezó la mañana del miércoles, cuando Lecturas —sí, la misma revista que vive del drama de los famosos como yo vivo del café con leche—sacó en portada una foto de Irene Rosales paseando por Sevilla con un hombre misterioso. Pero no era un amigo ni un primo, no. Era un chico alto, moreno, guapete, con pinta de gimnasio y camiseta ajustada. Vamos, todo lo contrario a Kiko últimamente, que está más para siesta que para paseo.

Y ahí no quedó la cosa, porque la revista, dirigida por el siempre polémico Luis Pliego, lo vendió así:

Irene Rosales, feliz y muy bien acompañada. ¿Nuevo amor tras su separación silenciosa de Kiko Rivera?”

¡Bomba! Y claro, tú sabes cómo es Kiko: impulsivo, dramático y con el móvil siempre a mano para soltar barbaridades. Pues ni corto ni perezoso, lama a Irene a gritos, le monta un pollo telefónico y luego, según testigos, la encara en persona al día siguiente en plena calle.

La escena del drama: gritos y reproches

Según una señora que estaba en la terraza de una cafetería en Triana (y que ya ha salido en Ya es mediodía contando su versión), Kiko apareció con mala cara, gafas de sol y sin gorra, lo que ya es raro. Se acercó a Irene, que estaba con otra amiga, y empezó a hablarle alto, con los brazos en cruz, como diciendo “¿Esto qué es, Irene? ¿Esto qué es?”

Ella, muy digna, le dijo que “no era asunto suyo”, y que habían quedado como amigos y padres de familia, pero que su vida era suya.”¡Zasca! Se escuchó hasta en Cantora.

Pero Kiko, en lugar de calmarse, empezó a soltar frases que ni en un episodio de El Príncipe:

¡Y encima va Luis Pliego y te pone en portada como si fueras la nueva reina del sur!”
—¡Tú sabes lo que me duele esto, Irene! ¿Después de todo lo que hemos pasado?”

El post de Instagram que lo remata

Horas más tarde,Kiko sube un story con fondo negro y letras blancas (ya sabes, el clásico estilo “dramita máximo”), donde decía:

A veces el puñal viene de quien menos te lo esperas. Y la prensa lo aplaude. Qué bonito todo. Qué bonito.”

Vamos, que estaba que echaba humo. Pero Irene no se quedó callada, no. En una historia posterior, muy elegante eso sí, puso una foto de sus hijas con un texto claro:

Mi prioridad siempre han sido ellas. Lo demás, puro ruido. Feliz con mi presente.”

Y ya con eso, ¡zas! Le dio donde más le duele: en el orgullo de padre que dice tener pero que a veces olvida cuando está de bolo.

¿Quién es el misterioso acompañante?

Pues mira, el muchacho no es ningún desconocido del todo. Se llama —según han dicho en redes— Álvaro, tiene 34 años, trabaja como entrenador personal y conoció a Irene hace mesesen un centro de pilates donde ella empezó a ir tras su separación.Ojo, que no están “oficialmente juntos”, pero los han visto tomando café, saliendo de un restaurante en Los Remedios y, lo más fuerte, ¡en casa de ella una noche de entre semana!

Según fuentes cercanas, no están en una relación seria, pero se están conociendo. Vamos, lo típico: “no es mi novio, pero si me trae sushi, le dejo ver Netflix conmigo.”

Luis Pliego, encantado con el caos

Y en medio del follón, Luis Pliego se frota las manos desde su despacho, porque Lecturas ha vendido más esta semana que en todo agosto. En su programa de YouTube —sí, que ahora tiene uno donde se sienta en un sillón con cara de “yo tengo toda la información”—, soltó:

Nosotros solo publicamos lo que es evidente. Si alguien está rehaciendo su vida, ¿por qué no contarlo? La gente quiere saber.”

Y claro, eso a Kiko le ha sentado como una patada. Porque siente queLuis va siempre a por él, como si tuviera una fijación. Y puede que la tenga, ¿eh? Porque cada vez que hay drama Pantoja-Rivera, ahí está Lecturas con la portada ya impresa antes de que pase.

Lo que se viene…

Dicen que esto no se va a quedar así. Que Kiko podría dar una exclusiva en otra revista (se rumorea ¡Hola!) para contar “su verdad”, que Irene está harta de “ser la mala sin hablar” y que el nuevo churri ya ha firmado contrato con una agencia de representación.Qué rapidez, niña!

Además, no descartes que termine en Supervivientes o GH VIP, porque ya sabes cómo funciona esto: un escándalo, una portada, y ¡zas!, ficha televisiva asegurada.

Reflexión final de vecina sabelotodo

Mira, yo te digo una cosa con el café en la mano: >esto era cuestión de tiempo. Que Kiko ha sido un alma libre toda la vida, pero eso de que su ex rehaga su vida… ¡le pica más que las pulgas del sofá de Cantora!

Y encima con un chico más joven, más en forma, y con más paciencia, porque aguantar a todo el circo mediático no es para cualquiera.

Irene, por su parte, está haciendo lo que muchas haríamos: vivir, dejarse querer y pasar página. Ya bastante tuvo con defenderlo mientras él andaba de fiesta en fiesta y de portada en portada llorando por su madre, su prima y hasta por el wifi.

Así que prepárate, cariño, que estono ha hecho más que empezar. Y si Lecturas ha sacado la primera bomba, ya están calentando motores en el resto de revistas. Que si nueva pareja, que si exclusiva de reconciliación frustrada, que si llamada de doña Ana desde el más allá…